Qué comprar en las liquidaciones

Isla Fisher, loca por las compras

Para muchas de nosotras, las liquidaciones suelen ser como el canto de las sirenas: nos atraen, confunden, nos marean, nos hacen hacer (por no decir comprar) cosas que en otras ocasiones no hubiéramos hecho.

Para aprovechar esta época de recortes y rebajas sin fallar en el intento, aquí va una serie de recomendaciones para tener en cuenta:

1. Qué tenemos y qué nos falta
Si comprás unas sandalias al 50 % de su valor pero en casa tenés otros tres pares parecidos, no es una buena compra. Hay que hacer una revisión del placard y un listado de lo que nos falta. De esa forma, no sólo vas a adquirir una prenda nueva sino que vas a optimizar todo tu placard. Aclaración: solo vale la pena comprar repetidos cuando esa prenda es un ícono de tu estilo y tu guardarropa.

2. Calidad, corte, color, caída, calce
No pierdas de vista todo eso que le exigís a una prenda cuando no está rebajada. Si no te gusta el color, o no te calza impecable, o no tiene buena caída o no es de una calidad aceptable, no importa cuán rebajada esté. Si no la hubieras comprado con su valor original, ¿por qué hacerlo ahora?

3. Clásicos
Aprovechar para comprar clásicos de calidad es una excelente manera de sacarle el jugo a las liquidaciones. Camisas clásicas, jeans, trench, vestidos negros (o el color neutro que más uses), blazers, sastrería, stilettos, tapados, botas, sandalias. La idea es invertir en prendas que en otro momento pueden ser inaccesibles pero que son joyitas que vamos a usar por varias temporadas y que son imprescindibles en cualquier guardarropa.

4. Básicos
Son esos que usás una y mil veces y se gastan de tanto uso, como las remeras de algodón o modal. No necesitan ser de excelente calidad. Aprovechá para reponer.

5. Tendencia
También es una buena opción invertir en colores, cortes y estampas de temporada: un estampado animal print o búlgaro, una chaqueta safari o de cuero, unos zapatos rojos, un blazer de terciopelo, un tapado de tweed. Lo importante es que te guste y que sepas que lo vas a seguir usando aunque no sea el último grito de la moda.

6. Rotas, descosidas y manchadas
¿Todavía tenés una camisa del año pasado que compraste súper barata a la que nunca le cosiste el botón que le faltaba? No a las prendas rotas o manchadas. Y con respecto a las descosidas, solo si te vas a ocupar de resolverlo. Las prendas que no están impecables solo ocupan un espacio en el guardarropa y no nos ofrecen nada.

7. Arreglos
Una cosa es que un vestido necesite un arreglito y otra es que quieras convertirlo en otra prenda. Si no tenés quien te haga estos trabajitos, no la compres. Y no quieras hacerles grandes cambios porque difícilmente queden bien.

8. Estilo
Hay que prendas o accesorios que nos identifican. De esos, mejor que sobren y no que falten. Salí a completar tu colección espectacular de collares aprovechando las rebajas.

Y cuando volvés a casa con tus adquisiciones nuevas, no olvides volver a probarlas frente al espejo y armar dos o tres conjuntos para que ya se conviertan en parte de tu guardarropa. Si no lográs armar nada, mejor cambiarla.

Y recordá que no porque el shopping entero liquide estás obligada a comprar. Mejor regresar con las manos vacías que con una mala adquisición. Las ofertas son solo ofertas cuando compramos bien. Sino, es sólo más ropa acumulada en nuestro placard y menos plata en la billetera.

Carolina R.
PD: Si te cuesta ir de compras, podés salir con un personal shopper que te enseñe cómo comprar. No te pierdas la experiencia. Si querés saber más sobre este y otros servicios de asesoramiento de imagen, escribime a frenteamiespejo@gmail.com