sábado, 26 de diciembre de 2009

Cómo elegir tu vestido de novia IV - Tips fundamentales

Una novia clásica y sencilla también puede ser impactante.
Foto: newjerseybride.com

A la hora de definir cuál va a ser nuestro vestido, es imprescindible tener en cuenta:

- Tu estilo. Nunca, nunca, nunca vas a estar espléndida si el vestido no representa tu estilo. Lee mi entrada acerca de cómo reconocer el tuyo.

- La comodidad. Si te aprieta, se te cae, se te sube, te molesta o te genera alguna otra incomodidad, resolvelo. Toda el esfuerzo de encontrar el vestido soñado, la producción de make up y el peinado se echan a perder si te estás toqueteando el vestido o estás incómoda. La elegancia se sostiene sobre la base de la comodidad.

- El calzado no es secundario. Según los gurúes de la moda, la calidad del calzado define la calidad del conjunto. Además, es imprescindible que camines segura, confiada y estés cómoda toda la noche. Además, el protocolo dice que las novias no deben mostrar los dedos.

- Menos es más. Elegí una parte de tu cuerpo que quieras destacar: la falda, el escote, la cintura, la espalda. Si en todos lados hay algo que llame la atención, el resultado es que nada llama la atención. Concentrate en lo mejor que tenés y generá impacto en un solo lugar.

- El color es esencial. Lo mejor sería que hicieras un test de colorimetría con un asesor de imagen. Pero al menos probate blanco, marfil, crudo, beige. Te puedo asegurar que uno es perfecto para vos, y que no da lo mismo uno que otro.

- Tratá de definir con tres adjetivos qué es lo que te define y dale prioridad a esas características. Si es romántico, elegante, chic, glamoroso, delicado, y mil adjetivos más, entonces no es nada.

- No importa cuán clásica, sencilla o minimalista seas. El vestido de novia es un vestido de novia y vos tenés que estar impactante. La sobriedad y la sencillez pueden ser elegantes y deslumbrantes dentro de su estilo. No confundamos lo clásico y sencillo con lo aburrido y falto de personalidad.

- Cuidado con los accesorios. O son protagonistas o acompañan, pero nunca están de relleno. Si no suman, están restando.

Más en las próximas entradas.

Carolina R.
PD: ¿Qué pensás de estos consejos?
PD2: Todo lo referido a novias, a partir de ahora en noviasconestilo.blogspot.com

Cómo elegir tu vestido de novia III - Modistas, diseñadores y usados

Ezequiel García diseña vestidos impactantes para novias de gran personalidades.

Después de ver varias revistas decidís que es hora de comenzar a probarte vestidos. Pero ¿por dónde empezar?

Es sabido que podemos recurrir a modistas que nos confeccionen uno, diseñadores que nos vendan sus modelos o los usados que ya pasaron por el altar. Te cuento lo que aprendí cuando elegí mi vestido.

Los vestidos usados son un excelente lugar para comenzar. No importa si querés uno nuevo o te animás a arreglar el de otra novia. Ahí encontrás cientos de opciones de distintos estilos, cortes, telas, etc. Es un muy buen lugar para empezar a definir qué te gusta y qué no.

Mi experiencia en Novias al Garage fue excelente. Por un precio fijo te dejan probarte todo lo que hay en tu talle. Te sugieren arreglos y los realizan en caso de que te definas. Realmente para recomedar. También hay otras opciones como Estilo Novias o Vestidos con Historia.

En el caso de los diseñadores, te sugiero que releves información en revistas y en los sitios webs y vayas a los lugares que tengan vestidos que te hayan llamado la atención.

Para optimizar tu tiempo, te recomiendo que averigues telefónicamente antes de la entrevista:

- Si tiene vestidos para probar o no. Si no tiene: ¿los dibuja?, ¿te cuelga telas?, ¿te muestra algunos que diseñó?

- Cuántos vestidos te dejan probar: aunque no puedas creerlo, después de una hora de espera, en una boutique de Recoleta me dejaron probar un solo vestido. Y ensima me tuve que sostener el cierre con la mano porque estaba roto. Ni un alfiler de gancho. Entonces, salvo que quieras probarte sí o sí un vestido que elegiste de esa casa, no pierdas el tiempo.

- Cuál es el costo aproximado de sus vestidos. Si no te quieren decir, deciles que no querés perder el tiempo vos ni querés hacérselos perder a ellos. Después, vos decidí si vale la pena ir o no.

Otra opción es visitar los foros y blogs de novias (te recomiendo el foro de Lluvia de arroz). Ahí podés averiguar cuánto cobra cada diseñador, cómo te tratan y cómo se manejan. Y lo más importante: si finalmente cumplen con lo pactado.

Cuando estás empezando, solo visitá los lugares que tienen vestidos que te puedas probar. Y probate todos los que puedas. Es muy común que te encuentres con las siguientes situaciones:

- Que tengas que lidiar con el ego del diseñador, que te dice "que ese vestido es así y no se puede cambiar", "que no es para vos" y por eso ni te deja probarlo, y otras contestaciones que te dejan un poquito malhumorada.

- Que, como les contaba antes, no te dejen probar más de uno. Y ni te hayan avisado cuando te preguntan cuál te querés probar.

- Que te pregunten qué tipo de vestido querés, y como le dijiste "corte princesa" ni te dejen ver el resto. Mejor decí que todavía no sabés y probate todos los que puedas.

Si después de todas las pruebas, encontrás el que es perfecto para vos (lee mi entrada de cómo reconocerlo), deciles que lo vas a pensar y tomate una semana. De ser posible, conseguí una foto de cómo te queda (¿con el celular de una amiga?) o al menos una foto del vestido. Volvé una semana después. Si el enamoramiento persiste, ya no hay dudas.

Si hasta acá no encontraste el vestido soñado, al menos vas a tener una idea de lo que te gusta y lo que no. Entonces podés recurrir a alguna diseñadora o modista que interprete lo que buscás y te haga un dibujo para vos o te lo arme sobre el cuerpo con telas.

Acordate: si ya desde el comienzo sabés quién querés que te diseñe el vestido, de todas formas visitá algún lugar que tenga alguno parecido y probalo. No esperes a confirmar si tu idea fue acertada solo cuando el vestido está hecho.

Carolina R.
PD: ¿Tenés dudas? Escribime a frenteamiespejo@gmail.com
PD2: Todo lo referido a novias, a partir de ahora en noviasconestilo.blogspot.com

Cómo elegir tu vestido de novia II - Tu estilo

Un buen punto de partida para elegir el vestido es tener en cuenta estos puntos:

- época del año
- hora y lugar del casamiento
- tu tipo de cuerpo
- tu colorimetría
- tu estilo
- tu presupuesto

Vamos a ir avanzando de a poco y evaluando cada punto en particular.

Creo que el punto más importante de todos estos es tu estilo: qué te gusta y qué no, qué te representa y qué no, qué es para vos y qué no. Porque además es tu estilo (además del de tu marido, que por lo general interviene menos) el que va a definir la elección del lugar, la hora, la iglesia o templo, y hasta las flores.

Y va a ser tu estilo el que defina si ese vestido es perfecto para vos o no. Si realmente representa lo mejor de vos y todo lo que sos por dentro.

Porque un vestido puede ser adecuado a tu tipo de cuerpo, perfecto para la ocasión, el lugar y el horario, pero si no representa tu estilo, no vas a estar cómoda ni a gusto. Solo si representa tu estilo vas a estar radiante, porque vas a brillar con luz propia.

Algo para tener en cuenta: si elegir el salón lleva tiempo, elegir el vestido lleva aún más. Aunque ni siquiera tengas una fecha definida, comprate las revistas y empezá a mirar. Porque uno no elige vestido de novia todos los días, y es una tarea que implica autoconocimiento, descubrimiento personal y tiempo para madurar las ideas. Y además, la modista necesita varios meses para hacerlo. Si empezás un año antes, no te sientas una obsesiva: es el vestido de tu vida, así que tomate el tiempo para recorrer el camino con tranquilidad y sin nervios.

Ahora, ¿cómo sabemos cuál es nuestro estilo? Muchas veces lo sabemos de casi forma intuitiva, aunque no podamos definirlo.

Mis aros no eran los tradicionales para una novia.
Me encantaron y eso fue suficiente.

Aquí van algunos tips para encaminarte:

- Mirá cientos de vestidos en revistas o en internet. Recortá o imprimí los que te gustan y guardalos. Volvé a mirar y hacé una segunda selección. Seguramente van a tener cosas en común: o el corte, o las telas, o los escotes, o los moños, o los volados, o los bordados, o los lazos, o justamente, que no tienen nada de todo eso. Tratá de definir qué es lo que más te gusta.

- Hacé una lista de las tres características más importantes de tu estilo, y por lo tanto, del que va a ser tu vestido. Te doy ejemplos: romántico, alegre y fresco; elegante, sobrio y refinado, romántico, barroco y recargado; dramático, distinguido e impactante, etc. Tratá de priorizar tres ideas. Si es todo, termina no siendo nada.

- Hacele caso a tu intuición. Si dudás, no es el vestido. El vestido perfecto se reconoce casi al instante cuando lo tenés puesto.

- Probate la mayor cantidad de vestidos posible. Visitá casas de usados que tienen variedad en cuanto a diseños y probate todos los que puedas. Es la única forma de saber si el corte o el escote que tenías en la cabeza realmente te gusta cuando te lo ponés.

- No descartes ninguna opción si te gusta. O sea: los strapless te encantan, aunque pensás que no te quedan bien. Probate strapless y sacate la duda. Además, el vestido de novia es alta costura: todo eso que no te queda bien en ropa de todos los días, probablemente sea diferente con un vestido hecho a medida.

- Liberate de los preconceptos. A mi no me gustaban ni los zapatos de novia, ni los aros de novia, ni los ramos de novia. Todo el mundo me dijo que nunca se imaginó una novia con semejantes aros, y que me quedaban espectaculares. Si te funciona a vos, es suficiente.

- No importa si está de moda o no. Si se usa o no. Si lo usan todas o no lo usa nadie. Si te representa, es suficiente.

- Animate: no importa si parecés una princesa con ese vestido. Ese es tu día. Ponete el vestido con el que soñás. Nada es demasiado para una novia.

- No te dejes presionar. Ni por los tiempos, ni por el entorno, ni por tu amiga, ni por el diseñador o la modista. La que se casa sos vos.

- Tu vestido perfecto existe. No te rindas ni te desanimes. Lleva tiempo porque es uno en un millón. Solo seguí buscando.

Más en las próximas entradas.

Carolina R.
PD: Si necesitás ayuda extra, te puedo ayudar con un test de estilo. Escribime a frenteamiespejo@gmail.com
PD2: Todo lo referido a novias, a partir de ahora en noviasconestilo.blogspot.com

viernes, 25 de diciembre de 2009

Cómo elegir tu vestido de novia I - Cómo reconocerlo

Creo que principalmente existen dos tipos de novia. Una es la que siempre supo que vestido quería: recurre a la diseñadora que más le cierra, se lo dibuja, se lo confeccionan, se lo prueba, le encanta y se casa. Fin de la historia.

La otra, entre las que me encuentro, sabe que ese va a ser el vestido de su vida. Quiere que sea único, especial, diferente, y que principalmente la defina como mujer. Pero no tiene la menor idea de cómo es.

Y ahí empieza una cuenta regresiva que puede ser más o menos angustiante, pero que siempre es incierta y un tanto desconcertante.

Para todas las novias desorientadas, aquí comienza una serie de entradas cuyo objetivo es ayudarlas a encontrar su vestido soñado. El dato alentador es que, finalmente, siempre lo encontramos.

Este es el más acertado de todos los consejos que he escuchado: si cuando te probás un vestido no te dan ganas de llorar de emoción, ni se te corta la respiración, ni se te dibuja una sonrisa imborrable, entonces ese no es tu vestido. Seguí buscando.

Tu vestido de novia no puede ser uno que elijas con cara de "puede ser", inclinando de costado la carita, mientras lo mirás por todos lados. Si dudás frente al espejo, no es tu vestido.

Encontrarlo es como enamorarse a primera vista, es como una revelación. Es ese y no puede ser otro. Y lo sabés en tu cabeza, en tu corazón y en tu estómago. Si todavía no te pasó, entonces todavía no lo encontraste.

Haceme caso, no aceptes una propuesta con dudas. Porque en algún momento esa duda reaparece.

Pero, ¿cómo llegamos a probar un primer vestido? Te cuento todo lo que aprendí como novia de Buenos Aires en las próximas entradas.

Carolina R.
PD: Dejame tu mail en frenteamiespejo@gmail.com y recibí en tu mail todas las entradas.
PD2: Todo lo referido a novias, a partir de ahora en noviasconestilo.blogspot.com

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Vestidos de un solo hombro

Para seguir con la temática de los hombros descubiertos, aquí va una entrada de las variaciones de vestidos de un solo hombro. No tengan miedo de invertir en un vestidito de estas características, porque lo vamos a ver algunas temporadas más.

En el post anterior decíamos que si tenés espalda grande que quieras disimular, mejor no usar strapless. Esta es una excelente alternativa para estos cuerpos, ya que disimula la espalda grande y al mismo tiempo nos da la posibilidad de mostrar un hombro y gran parte del torso.

Por supuesto, los vestidos de un solo hombro no son aptos para quienes quieran que sus brazos pasen desapercibidos.

En estos vestidos, los collares quedan totalmente descartados porque se pierde el encanto y el efecto que provoca la irregularidad del modelo y el hombro descubierto. Como en el caso del strapless, los aros son el accesorio ideal.

En estas imágenes vemos que hay un moño o volado sobre el hombro cubierto. En este caso, ojo con el tamaño de los aros. Ya tenemos un detalle de importancia cerca del rostro, y los aros no deberán más que acompañar.

Otra observación: las de espalda grande deberán optar por un hombro más sobrio, ya que lo que queremos es cortar ópticamente el ancho de la espalda y no agregar volúmen con moños y volados en el hombro. Lo mismo sucede con las que tienen mucho busto: no queremos seguir agregando volúmen donde ya hay.

Por el contrario, si tenés poco busto, podés abusar del tamaño del arreglo. Y si cae un poco sobre el busto, ¡mucho mejor! Además, este es un agregado que podemos hacerle a un vestido de un solo hombro más sencillo: compramos una tela del mismo color y hacemos un moño, o agregamos flores de tela, o un tocado que puede llevas hasta plumas.

Si por el contrario, el escote es más sobrio, podemos sumar unos aros importantes.

Además de la tradicional diagonal de vestido de un solo hombro, existe esta nueva variante (que me encanta), que se genera sobre el escote corazón. Este escote permite sujetar y dar mejor forma a un cuerpo con mucho busto que el tradicional en diagonal.

En este caso, el vestido tiene corte princesa. También los hay entallados a la cintura. Ambas posibilidades son buenas para disimular caderas, siempre y cuando después del entallado la falda abra en línea A o en un evasé.

El vestido de Eva es ideal para las tienen poca cadera, y está prohibidísimo para las que tienen que disimularla, porque los volados no hacen más que llamar la atención y agregar volúmen. O


En el caso de estos vestidos, ya tenemos una línea irregular en el escote, con lo cual sugiero que la línea de la falda sea recta. Cuando hay demasiadas cosas para mirar (y el ojo va a mirar directamente lo que le llame la atención, en este caso, una asimetría) el impacto se pierde. Elijamos qué parte del cuerpo queremos destacar: el resto deberá ser sobrio y tradicional. Recordemos, menos es más.



Aquí hay dos versiones más informales de este vestido. En cuanto a los largos, salvo quetengas la altura de las modelos que se ven aquí, mejor que el vestido llegue a la rodilla: vas a parecer mucho más alta. Otro secreto para ganar altura: los zapatos con empeine despejado. Cuantas menos tiras, mejor. Y si hay, que sean delgadas y no extra anchas (como suelen verse ahora).

Este escote es el menos visto (y más original de todos): es el que más achica la espalda porque ópticamente la divide al medio. Prohibido si tenés espalda pequeña.

Por último, esta versión ajustada es solo apta para cuerpos con buena cintura y caderas pequeñas. Más, si vas a elegir un color claro como este, que no hace más que destacar las formas.

Por último, una versión alta costura, ¡ideal para estas fechas!
Carolina R.
PD: ¿Te gustó la entrada? ¿Tenés alguna duda? Escribime a frenteamiespejo@gmail.com

martes, 22 de diciembre de 2009

Felicidades

Porque nuestra felicidad depende principalmente de nosotros mismos, deseo que el año que viene mejoremos en el aprendizaje de ser felices y hacer felices a los demás.

PAZ, AMOR, PROSPERIDAD y SALUD
en abundancia y para todos.

Carolina R.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Strapless + aros


Si hay una dupla imbatible, es la suma del strapless y unos aros relativamente importantes. Cuando decimos importantes nos referimos a llamativos, ya sea por su tamaño, su largo, su brillo o su color. Y nada, nada en el cuello.

Ojo, no a todas nos queda bien el strapless: no lo uses si tenés una espalda ancha que quieras disimular, o tenés mucho busto, o tenés muy poco y el strapless no es armado y te aplasta. Ideal para despejar la zona del escote y alargar el cuello, para una linda espalda y hombros trabajados.

Por supuesto, con el pelo recogido logramos un impacto mayor y añadimos un toque de elegancia y formalidad al conjunto.

A no olvidar: la incomodidad no es elegante. Si estás insegura y vas a estar levantándote el escote todo el tiempo porque sentís que se te cae, el look completo fracasa. No hay nada menos elegante que una mujer tironeándose la falda o acomodándose permanentemente el escote.

Decile no al conjunto armado: usá los aros o el collar, pero no todo junto. Es anticuado y distrae la atención. Solo debe haber un protagonista cerca de tu rostro: menos es más. Sí podés sumar anillos y pulseras.

Podría seguir agregando más y más ejemplos en las fotos. El resultado siempre es positivo. Animate a esta dupla que no te va a fallar nunca y funciona para todos los estilos.

Carolina R.

martes, 15 de diciembre de 2009

Carteras Tramma: descuentos de Navidad

Para quienes no conocen esta bellísima marca de carteras, realizadas íntegramente en tejidos de tapicería importados, aquí les presento las carteras de Tramma. María y Fátima, creadoras de la marca, innovan en un rubro que por lo general no sale del cuero o el cuero ecológico.


De este modelito tengo dos versiones y puedo decir que la confección, la terminación y los materiales son impecables.

Son una opción ideal para quienes están cansadas del cuero, sobretodo para el verano, y no encuentran una alternativa diferente y de calidad en cuanto a diseño y materiales. Y por supuesto, para quienes decidan lucirse con un regalo de Navidad de esos que no se encuentran en cualquier lado.


Tramma ofrece esta semana hasta un 30 % de descuento en efectivo. ¿Qué mejor semana que esta para darse una vueltita?

Acá te dejo los datos:
El showroom está en Av. Coronel Díaz 2690 PB (esquina Cerviño) en Palermo / Tel. 4802-0167 / http://trammacarteras.com

Carolina R.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Las alpargatas están de vuelta

Si pensabas que las alpargatas estaban out o eran sólo para armar un gaucho look, mirá estas fotos. Son de la nueva campaña de la diseñadora Gabriela Lanardonne para su marca Mymu, con sede en New York.


Ya sea para disfrutar de la pileta o para una noche glam, parece que nuestro calzado autóctono pega en la Gran Manzana.

No sé si me animo a usarlas con un vestido de noche, pero para un look casual de verano me parecen ideales. Son cómodas, divertidas, y hasta elegantes si sabemos combinarlas.

Si nos vamos de vacaciones a las sierras o al campo, por lo general tenemos que optar entre ojotas (que no son lo ideal), esos zapatos outdoors llenos de abrojos, unas mal empleadas sandalias chatas urbanas o directamente zapatillas. Para estos casos, las alpargatas me parecen más adecuadas, femeninas y divertidas. También son una buena opción para salir a navegar.

Para incorporarlas con un estilo que no sea el campestre tradicional -que también es válido, claro- sugiero abandonar los colores más obvios y elegir un color intenso que combine con alguna prendas de nuestro outfit. Ideales los bolsos en yute o lona para completar el equipo veraniego y las pulseras o collares en madera para lograr un estilo nature. También funcionan para adaptar un look safari urbano, reemplazando las altísimas sandalias de cuero y plataforma. Y ni que hablar en un azul oscuro para un estilo navy, si sos más clásica.

¿Quién se anima al alpargata look?

Carolina R.
PD: La web de Mymu es www.mymuworld.com

viernes, 11 de diciembre de 2009

Cómo encontrar mi estilo I

En la búsqueda de ofrecer algunos tips para construir un estilo propio, aquí van las reflexiones de un día de trabajo.

Hoy estuve de compras con una clienta que buscaba incorporar accesorios a su guardarropa. Le probé algunos collares largos y vistosos que la beneficiaban en cuanto a su escote, cuello y rostro. Y entonces me comentó: "Me gustan mucho estos collares. Pero cuando los compro los uso una o dos veces y después no los uso más, así que mejor no". Y cuando le pregunté dónde tenía sus accesorios, me dijo que los guardaba en una habitación que no era su dormitorio, o sea, no era donde se cambiaba diariamente.

Me quedé pensando en su comentario, y esta fue mi conclusión: no confundamos estilo con vagancia. Una cosa es que no uses algo porque sentís "que no te queda", "que no es para vos", "que te hace sentir incómoda", o que simplemente "no te va", y en ese caso, mejor descartarlo. Otra muy distinta es que te guste cómo te queda y sientas que va con vos pero no lo uses porque no te tomás el trabajo de sacarlo del cajón. Porque entonces lo que va a pasar es que vas a ser una étnica (por ejemplo) que termina despojada de accesorios y va por la vida como una clásica, cuando en realidad no lo es. Conclusión: vas a suspirar cada vez que veas un collar en la vidriera, y al mismo tiempo te vas a sentir super aburrida con tu imagen.

Recordemos, antes que nada, que un estilo, y un buen conjunto en general, se logra más con trabajo (sacarse y ponerse prendas hasta que demos con la combinación indicada), más que con inspiración divina. Y para eso hay que tener el hábito de armar conjuntos con más que los diez minutos previos a salir corriendo cada mañana, de ser conscientes de qué tenemos en el placard y, por supuesto, de lo que nos falta. No es casualidad que la chica esa que viste en el subte hoy tenga combinados los zapatos con la chalina y un anillo, en lugar de la clásica cartera-zapato.

Otro tip: con los accesorios pasa algo diferente que con la ropa. La ropa es inevitable que te la pongas para salir a la calle, pero como ponerse aros, collares, chalinas, sombreros, anillos y pulseras no es absolutamente necesario, entonces es imprescindible tenerlos a la vista lo más posible. Si te pasa como a mi clienta, que los tiene en otra habitación, dudo que vayas a buscarlos, pero si están colgados a la vista, u ordenados en un alajero, o tenés todos los pañuelos en un cajón que te permite verlos a simple vista, es mucho más fácil que los incorpores.

Los maniqués para aros como el de la foto son una opción interesante. También las cajitas con subdivisiones que venden en las ferreterías para tornillos y clavos. Para las pulseras: el rollo de cartón que te queda cuando terminaste el rollo de cocina, lo forrás con una tela que te guste, y ahí las pasás todas para tenerlas bien visibles. Para los collares: yo los tengo agrupados en bolsitas por color dentro de un cajón: lo abro y de un golpe de vista tengo todos los colores para elegir.

Las opciones son muchas y podés elegir la que más te guste, en tanto sea funcional para vos. Para eso, el orden es fundamental. Y recordemos la máxima de siempre: "lo que no usas no te deja ver lo que sí usas". Entonces, todas esas chucherías que no te ponés nunca, regalalas.

Lograr un estilo cuesta, más que plata, tiempo y trabajo. ¿¡Pero quién te quita el placer de salir a la calle brillando con luz propia!?

Carolina R.

lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Cuál es mi estilo?

Eva Longoria: sexy, chic y un tanto étnica para lucir su sangre latina.

¿Cuál es mi estilo? Esta es una pregunta que nos hacemos repetidas veces. En primer lugar, cabe aclarar que todas las mujeres (y los hombres) tenemos nuestro propio estilo. Sí, todas. Lo que sucede es que algunas lo llevan a flor de piel, lo conocen perfectamente y lo explotan (para envidia de todas las demás), mientras que otras se dejan llevar por las tendencias como hojas en el viento.

Una mujer que no ha descubierto su estilo no tiene personalidad, al menos en lo que respecta a su imagen. Y lo que es peor, no refleja por fuera lo que es por dentro, lo cual le genera malestar e inseguridad. Un ejemplo: ¿no te pasa que hay días en los que salís a la calle y te sentís una diosa total? El peinado y el maquillaje fueron acertados, la ropa te sienta perfectamente y los accesorios y los zapatos no podrían ser mejores. Sentís que todo ese conjunto grita tu nombre. Ese es el día en el que, por casualidad o intuición, diste con el conjunto indicado para sacar a relucir tu estilo.

Qué placer sería poder sentirnos así todos los días, ¿no? Porque por lo general, esto sucede pocas veces.

Te doy otro ejemplo: tu amiga usa unos aros gigantes y hermosos que te encantan, pero cuando te los ponés, sentís que te quedan horribles y no son para vos. Eso es, justamente, porque tienen estilos diferentes.

Angelina: sobria, elegante y dramática.


Pero, ¿qué es el estilo? Tu estilo es único, y está construido por tu tipo de cuerpo, tu tipo de rostro, el color de tus ojos, tu piel y tu pelo, tu personalidad, tu profesión, y por sobretodo, lo que te gusta y lo que no: qué ropa, qué accesorios, qué maquillaje, qué zapatos, etc. Por eso es tan único e irrepetible.

Y aunque es tan nuestro, es muy muy difícil de identificar porque estamos sujetos a condicionantes como la moda, las opiniones ajenas, el (poco) tiempo que nos dedicamos a nosotras, nuestras posibilidades económicas, etc. Y además, porque nunca nos enseñaron cómo descubrirlo.

Tom Ford decía: "Estilo es diferente a moda: una vez que encontrás algo que te queda bien, usalo siempre". Este es un excelente consejo para construir un estilo. ¿Te quedan bien los collares grandes y te encantan? Entonces convertilo en parte de tu estilo: tené cincuenta, coleccionalos, atesoralos, comprate de todos los colores, usalos siempre aunque no estén de moda, hacelos parte de tu personalidad al vestir. Acaso, ¿cuántos conjuntos diferentes podés recordarle a Audrey Hepburn, a Marilyn Monroe a Jakie Kennedy? Pocos ¿verdad? ¿Y acaso no se han caracterizado por su estilo único?

Una de las herramientas con las que trabajo cuando realizo un asesoramiento de imagen es, justamente, el test de estilo. Para mí es imprescindible porque una mujer nunca se va a sentir bien si no se siente ella misma, no importa lo bien que le quede un vestido, los zapatos o el peinado.

Y por supuesto, no solo somos nosotras las que nos sentimos mejor cuando encontramos nuestro estilo, sino que emanamos una seguridad y una confianza que llama la atención y nos hace brillar no importa dónde o con quién estemos estemos. Y eso es algo que no se compra en el shopping, porque no tiene precio.

¿Quién se anima a enviar una foto y contár cuál es su estilo? Escribime a frenteamiespejo@gmail.com

Carolina R.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Qué es el asesoramiento de imagen?


El asesoramiento de imagen se asocia muchas veces a un servicio súper exclusivo, que solo las divas y los políticos necesitan (y pueden pagar). Nada hay más alejado de la realidad.
Para despejar dudas, aquí van mis ideas acerca de qué es y qué no un asesoramiento de imagen. O por lo menos, cómo lo pienso, lo siento y lo vivo con mis clientas.

El asesoramiento es, antes que nada, aprender a conocernos para poder reflejar lo mejor de nosotras mismas. Y busca principalmente que nos sintamos mejor con nosotras mismas. Mejor de verdad.

¿Cómo te sentirías si finalmente fuera fácil vestirte todos los días? ¿Si todos te dijeran que te ves mejor? ¿Si supieras realmente qué corte de pelo te queda mejor? ¿Si sintieras que hiciste buenas inversiones en lugar de tirar la plata? ¿Si realmente pudieras mostrar por fuera todo lo que sos por dentro? Y sobretodo, ¿si salieras a la calle sabiendo que sos la mejor versión de vos misma?

Este servicio NO ES convertirnos en otra persona, ni volvernos adictas a la moda, ni cambiar el estilo. Por el contrario, el asesoramiento de imagen busca que nos sintamos nosotras mismas más que nunca, que descubramos nuestro estilo (sí, todas tenemos un estilo) y lo sepamos llevar, y que nos mantengamos actualizadas y a la moda, pero sin dejar de ser fieles a nosotras mismas.

Tampoco es volverse dependiente de la imagen, o del peluquero, o del shopping o de una maquilladora. ¡Por el contrario! Un buen asesoramiento de imagen hace todo más fácil:

- Con un análisis de rostro y tipo de cuerpo sabés qué prendas y accesorios te quedan bien y cuáles no. ¡Basta de comprar cosas que te quedan horribles y que nunca más vas a usar!

- Con un test de estilo, vas a poder saber cuál es el tuyo y con qué prendas y accesorios podés mostrarlo. Todas tenemos estilo, y una vez que lo ves claramente te das cuenta de que siempre estuvo ahí y no lo veías. No más prendas que no van con vos.

- Con un test de colorimetría sabés que colores te quedan mejor. Y no es una cuestión opinable ni de gustos: es un test de validez científica que te dice con qué te ves más saludable, con menos ojeras, con menos marcas y resplandeciente. ¡Y además vas a saber de qué color podés teñirte el pelo y con qué colores maquillarte!

- Con una optimización del guardarropas, lo vas a dejar listo para que vestirte todos los días sea pan comido.

- Una asesora también sabe de etiqueta: te va a decir qué podés llevar y qué no a ese casamiento o evento que tanto te preocupa.

Solo una asesora formada, que se ha capacitado y que puede justificar lo que te está diciendo puede lograr que finalmente muestres todo tu potencial. ¡Y hasta va de compras con vos!

Y en cuanto a los costos, es súper accesible. Mucho más que los tratamientos de estética a los que las mujeres nos sometemos, muchas veces sin resultados. Con un asesoramiento no tenés que esperar: los resultados los ves, y los ves enseguida.

Escribime a frenteamiespejo@gmail.com y preguntá todo lo que quieras saber. Animate a hacer algo por vos. ¡Vale la pena!

Carolina