jueves, 19 de febrero de 2009

No, gracias

Considerando que la mayoría de nosotras no tiene ni el cuerpo ni la billetera de Victoria Beckham, ir de compras puede ser muchas veces agotador y frustrante. En el caso de las porteñas, los cortes y los talles nos juegan en contra la mayoría de las veces. Es que, más allá de las imperfecciones que tenga cada una, la regular calidad de la moldería de las prendas (cuando no de las telas) nos condena a un interminable recorrido de tienda tras tienda y prueba tras prueba. Y es entonces cuando nos vemos obligadas a decir "no, gracias" varias veces en el día.

Un gran porcentaje de las vendedoras de indumentaria se esfuerza por presionarnos al momento de la decisión de compra, haciéndonos sentir realmente incómodas. Entonces, salimos del probador, con varias prendas en la mano, miramos hacia abajo, y susurramos una negativa como con culpa. También muchas de nosotras nos llevamos prendas que sabemos que no usaremos jamás. Inmediatamente después nos arrepentimos, y la culpa llega de nuevo, pero por haber desperdiciado nuestro dinero.

Claro que es trabajo de las vendedoras lograr que compremos. Pero atendernos cordial y servicialmente también lo es. No por nada los nuevos paradigmas de marketing para retail señalan que la experiencia de compra es tan importante como el producto.

Además, debemos pensar en lo que nos ha costado ganar nuestro dinero, y en que tenemos derecho a elegir libremente y a decidir gastarlo cómo, dónde y cuando queramos. Por eso, la próxima vez que tengas que dar un respuesta negativa, no lo dudes: tomá coraje, esbozá tu mejor sonrisa y decí "no, gracias".

Carolina
PD: ¿Qué te molesta a vos de las vendedoras de locales de indumentaria?

2 comentarios:

  1. Viví muchos años fuera del país (7) y al regresar, más grande y con más kilos vi como las marcas argentinas uniforman a la mujer.
    En Europa un talle SMALL, acá por ser "pechugona" a veces he tenido que comprar remeras o camisas LARGE (!).
    Camino por la calle, las post 30 parecen tener la obligación de usar tacos y trajecitos de Johnsons clothes que les quedan horrendos. Luego, es la dictadura del jean y la remerita elastizada. Multitud de rubias de bote (teñidas), mucha muerta de hambre literal creyéndose una diosa cuando el novio o marido vive sus fantasías con una "gordita" en Cocodrilo.
    Las teens... uniforme de rigueur y para colmo resucitaron el jopo. Que debería ser desterrado para siempre!
    Tener estilo propio en Buenos Aires es casi tarea imposible. Más cuando intentan venderte un estilo para alguien que no sos.
    Espero te sirva mi respuesta.
    Saludos
    Lady

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  2. Totalmente de acuerdo! yo en ese sentido cero culpas, si no me convence se lo digo sin vueltas: la tela no cae bien, el corte no me favorece, es demasiado caro.. lo que sea
    Gracias por tu comentario!!

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